Mudanza de plantas a un nuevo hogar: guía completa
Antes de la mudanza: prepara tus plantas
Revisa si hay plagas:
Antes de embalar, inspecciona minuciosamente cada planta. Revisa el envés de las hojas, los tallos y las grietas donde se esconden los insectos. Si detectas alguna plaga, trata la planta con insecticida y ponla en cuarentena para evitar que se propague.
Reproduce las condiciones de luz:
Si es posible, coloca tus plantas en un lugar con luz similar al anterior. Si el nuevo hogar carece de ventanas orientadas igual, acostumbra las plantas poco a poco: muévelas a una zona más luminosa o más sombreada durante varios días.
Conserva humedad y temperatura:
Replicar la humedad y la temperatura del espacio anterior es crucial. Usa un humidificador o una bandeja con guijarros para aumentar la humedad. Aísla las corrientes o desvía rejillas de aire para mantener la temperatura estable.
Durante la mudanza: protege tus plantas
Usa materiales de embalaje adecuados:
Envuelve las plantas delicadas en papel de periódico o plástico de burbujas para proteger hojas y tallos. Colócalas verticales en cajas resistentes con suficiente relleno para evitar golpes.
Mantén las plantas hidratadas:
Riega bien el día anterior, pero evita encharcar. Usa un medidor de humedad para asegurarte de que ni estén secas ni empapadas.
Minimiza el estrés:
Manipula las plantas con cuidado y protégelas de temperaturas extremas o sacudidas. Durante el traslado, guárdalas en un lugar resguardado, como la parte trasera de una furgoneta cerrada.
Después de la mudanza: establece tus plantas en su nuevo hogar
Reproduce las condiciones anteriores:
Crea un entorno lo más parecido posible al que tenían: mismo nivel de luz, humedad y temperatura.
Observa y ajusta:
Dedica unos días a observar cómo se adaptan. Ajusta gradualmente el riego, la humedad o la luz según lo que necesiten.
Controla el estrés:
Es normal que las plantas sufran tras una mudanza: hojas amarillas o crecimiento pausado. Dale tiempo para recuperarse y evita riegos ni abonos en exceso.
Soluciona problemas frecuentes:
Hojas amarillas:
Puede deberse a falta de luz, exceso de agua o carencia de nutrientes. Revisa la luz, ajusta el riego y abona si hace falta.
Caída de hojas:
Una caída masiva suele provocarla riego excesivo, falta de agua o cambios bruscos de temperatura. Identifica la causa y corrige el cuidado.
Plagas:
Si aparecen plagas tras la mudanza, aisla las plantas afectadas y trátalas con insecticida adecuado. Revisa con frecuencia y aplica medidas preventivas.
Consejos para una mudanza exitosa:
- Embala con cuidado y usa materiales adecuados para evitar daños.
- Mantén la humedad durante el traslado y reduce el estrés.
- Reproduce en el nuevo hogar las condiciones anteriores para que se sientan como en casa.
- Observa tus plantas y haz cambios poco a poco.
- Da tiempo de recuperación; evita riegos ni abonos excesivos.
- Detecta y soluciona problemas rápidamente para conservar tus plantas sanas y bellas.
